viernes, 27 de enero de 2012

Criterios y conceptos de restauración . 2ª parte


Durante el Barroco se discutieron y polemizaron los principios y las doctrinas del arte. Centro de estas discusiones fue la Academia de París, fundada en 1.648. Desde el confusionismo ideológico y los importantes avances tecnológicos en materia de restauración aparece por primera vez la crítica de sus técnicas y los criterios a adoptar. El restaurador barroco practicaba el secreto de taller y el oscurantismo. En las restauraciones se pretende devolver la obra a su aspecto original sin que se noten las intervenciones. Una de las revoluciones técnicas fue el traslado de pinturas de un soporte a otro (Picault). 

            La actitud de la época Neoclásica es un tanto polémica. Winckelman, como Superintendente de todas las Antigüedades de Roma, y en el ejercicio de su cargo visitó las recién desenterradas ciudades de Pompeya y Herculano. Critica severamente las restauraciones efectuadas, más por su inexactitud que por tener añadidos. Las posiciones críticas de los estudiosos de la restauración constituyeron en todos sus aspectos un tema de discusión, y como consecuencia se estableció un riguroso control científico e investigaciones en torno a las causas de alteración de los materiales constitutivos de las obras de arte.

            Por estas fechas aparece el primer tratado que conocemos sobre restauración, obra de Poleró y Toledo. Ya se discutía por entonces sobre la conveniencia o no de reintegrar las lagunas y si debían de ser discernibles. La tendencia general era que no fuesen discernibles. Tras una limpieza abrasiva, se cubrían los cuadros con nuevas pátinas.

            Durante el Romanticismo surgen las figuras de Violet-le Duc (que, como comentaba antes, preconizaba la reconstrucción total de los monumentos hasta su concepción original), y la figura de John Ruskin, terórico y crítico londinense que defendía la mínima intervención: nada debía ser restaurado, sino conservado en su estado ruinoso.

            El concepto de restauración de obras de arte se desarrolla cuando la Física y la Química permiten el conocimiento de los materiales constitutivos y las causas de deterioro, punto de origen de los criterios científicos que se aplican hoy a la restauración.


            Ante la diversidad de criterios no unificados en cuando a limpiezas, reconstrucciones, pátinas, etc, surge la figura del teórico Césare Brandi. Elabora unos principios básicos que analizan los bienes culturales desde el punto de vista material, estético, histórico y funcional. Teniendo como base estas premisas, se debe tender al restablecimiento de la unidad potencial de la obra sin caer en hacer un falso artístico o histórico, y sin borrar ninguna traza del paso del tiempo y de la historia.

En resumen, los principios o normas que derivan de todo lo anterior son:

            -Impera ante todo la conservación.
            -No se debe emplear para la restauración los mismos materiales que los de la obra, pues la materia no será la misma ni química ni históricamente, constituyendo un falso histórico y estético.
            -Mantenimiento de la obra “in situ”, en general, salvo cuando lo requiera su conservación y su integridad.
            -Las integraciones y reintegraciones deben ser fácilmente reconocibles, pero sin que rompa la unidad que se tiende a reconstruir. (la unidad potencial de la obra). No se han de hacer integraciones hipotéticas o por analogía.
            -Las intervenciones que se hagan en restauración deben facilitar posibles intervenciones futuras, por tanto deben emplearse materiales reversibles y homogéneos, así como compatibles con los originales.
            -Respeto a la pátina, concebida como la sedimentación del tiempo en la obra, incluyendo el mantenimiento de los añadidos históricos siempre que no atenten contra la instancia estética.
            -Intervención dirigida a buscar la unidad originaria. Debe limitarse a aclarar las sugerencias implícitas de los fragmentos o que puedan hallarse en testimonios auténticos del estado original.


MARCO LEGISLATIVO.

            A lo largo del s. XX, la conservación y restauración se convierten en un tema de interés internacional. La legislación (a nivel internacional, por convenios europeos) define lo que son los bienes declarados de interés cultural:

            Son todos aquellos objetos, espacios o productos por cuyo valor cultural la sociedad manifiesta su interés, derecho y obligación de proteger, enriquecer, conservar y, llegado el caso, restaurar, con el fin de ser transmitidos a generaciones futuras.

            El patrimonio español se ve protegido y defendido por la Ley 16/1985, de 25 de Junio del Patrimonio Histórico Español. Esta ley es el principal testigo de la contribución histórica de los españoles a la civilización universal, y de su capacidad creativa contemporánea, busca asegurar la protección y enriquecimiento de los bienes que lo integran, constituyendo obligaciones fundamentales que vinculan a todos los poderes públicos, así como pretende su transmisión a generaciones futuras. Integran el Patrimonio Hº  todos los bienes muebles e inmuebles con interés artístico, histórico, documental, científico, etc. 

de Gemma Ramírez

jueves, 26 de enero de 2012

Criterios y conceptos de restauración.1ª parte


Cualquier obra material, cualquiera que sea su valor artístico, histórico, o documental, es susceptible de degradación material debido a factores naturales o artificiales. En cuanto a las primeras podemos citar cambios de humedad y temperatura, movimientos sísmicos, etc. En cuanto a las causas artificiales son eminentemente humanas: vandalismo, guerras, contaminación, negligencia, etc.

            Para la conservación de los bienes culturales, además de cuidado y respeto personal de cada ciudadano, es necesaria la intervención de personal cualificado. Esta labor es responsabilidad del conservador-restaurador.

            Es conveniente conocer el significado y empleo de los términos conservación y restauración de obras de arte. Cualquiera entiende de una manera simplista lo que es restauración: frecuentemente, reconstruir. Quizá porque en el S. XIX Violet-le-Duc, (arquitecto y restaurador francés que colaboró durante once años en la restauración de Nôtre-Dame de París), llevó la definición de restauración hasta sus últimas consecuencias. Restaurar es “restablecer la obra de arte a un estado completo, aunque esta situación no existiera nunca”.


            Hasta el S. XIX no hay discusión entre ambos conceptos. Es ya en el S. XX cuando, partiendo de bases científicas y criterios modernos se empieza a dar importancia a la filosofía de la conservación. La palabra conservación o preservación se va abriendo camino a partir de 1.930, en la Conferencia Internacional para la Conservación de Obras de Arte de Roma, con la ponencia de Paul Coremans en la que da las siguientes definiciones:”Conservación es un tratamiento limitado sobre una obra orientado hacia el mantenimiento de la integridad que está paralizando o neutralizando las causas que motivan su destrucción. Genera la materia alterada, remedia las alteraciones naturales que haya sufrido, para lograr una estabilización”. (Lo que hace la conservación es frenar las causas de degradación).

            Restauración: parte de la anterior y añade a la obra otras materias; sustituye las que están degradadas, para tender a la reconstrucción más o menos completa de la obra de arte desde el punto de vista estético. Para Umberto Baldini, director del Instituto Florentino de Restauración, a quien se debe entre otros trabajos el salvamento del crucifijo de Cimabue tras la inundación que asoló Florencia en 1.966:

            “Restaurar es una operación técnica que tiene por objeto prolongar la vida de la obra controlando el proceso de degradación debido al envejecimiento de su materia”.

            Marijnissen, en su obra “Degradación, Conservación y Restauración de la Obra de Arte”, dice que la conservación se abstiene de todo añadido, y se ocupa de los aspectos técnicos, mientras que la restauración es la inserción de uno o varios añadidos reconocibles o no, que tienden a completar la obra de arte, a diferencia de la teoría de Césare Brandi, que a lo largo de veinte años dirigió el Instituto Central del Restauro de Roma y Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Palermo, en su “Teoría de la Restauración”, siguiendo un meticuloso análisis filosófico y científico sobre la restauración establece dos principios axiomáticos (axioma=verdad demostrada por sí misma). El primero determina que se restaura sólo la materia de la obra de arte y, como consecuencia de éste, enuncia el segundo principio:” la Restauración debe dirigirse al restablecimiento de la unidad potencial de la obra de arte, siempre que éste no sea posible, sin cometer una falsificación artística o una falsificación histórica y sin borrar huella alguna del transcurso de la obra de arte a través del tiempo”.

DATOS HISTÓRICOS SOBRE CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN: CONCEPTOS Y CRITERIOS   

            En la Antigüedad existió preocupación por la conservación de los objetos artísticos según testimonio de Pausanias, geógrafo griego que vivió en el S.II de nuestra era, que recorrió Grecia y gran parte de Asia Menor en busca de materiales para su obra de diez volúmenes “Hellados Pediégesis” (Itinerario de Grecia), en la que ofrece vívida descripción geográfica de los lugares que visitó, acompañada de valiosos y precisos datos históricos, mitológicos, costumbristas, arquitectónicos y artísticos. En la obra describe que cuando los griegos veían la degradación de la madera hacían ungüentos de flores para preservar de la corrupción a las imágenes o bien, en otras ocasiones utilizaban pez para impermeabilizar”. (Pez es una sustancia resinosa, sólida , lustrosa, de color pardo amarillento, que se obtiene echando en agua fría el resido que queda de la trementina al acabar de quitarle el aguarrás).

            Fundamentalmente, los artistas griegos y romanos se preocupaban de la perdurabilidad de sus obras, y por ello seleccionaban cuidadosamente los materiales a emplear. Vitruvio y Plinio el Viejo (S.I a.c.), en su obra Naturae Historiarum, dan información sobre los tratamientos y reparaciones destinadas a la conservación y, en algún caso para readaptarlas al estilo de algún famoso artista de épocas anteriores. Respecto al criterio seguido para resolver problemas de limpieza y reintegración de lagunas, nos hace pensar en limpiezas a fondo de las pinturas e integraciones imitativas del original ausente, igualando los tonos y la pátina.

            Existen pocos datos bibliográficos sobre las restauraciones en la Edad Media. Se tienen algunos indicios del S. XII al XIV de un inicial respeto por las obras legadas del mundo clásico. Como ejemplo de ello es el edicto que el senado romano promulgó en 1.162 para la conservación de la Columna Trajana de Roma. Durante la época medieval la pintura no interesa más que como medio de exaltación religiosa. Así pues, se ha comprobado que en materia de restauración la moda imperante sería la modernización o transformación de obras paganas en religiosas.

            Durante el Renacimiento muchos artistas trabajaron para restaurar el arte clásico. Las limpiezas se efectuaban apurando en la eliminación del barniz al máximo, y reintegraban las lagunas pictóricas de manera que siguiesen pareciendo antiguas. El motivo principal de esta actividad fue la idealización que el hombre del Renacimiento tuvo de la Antigüedad, y que le llevó a completar las obras según lo que él concevía como antiguo, principalmente en monumentos arquitectónicos. Las modificaciones fueron muy frecuentes en las restauraciones.

de Gemma Ramírez Millares

Restauradores de arte


Comenzamos este nuevo blog con mucha ilusión por transmitiros nuestros conocimientos sobre restauración de obras de arte. Llevamos ya 12 años restaurando con nuestra empresa Da Vinci Restauro, tiempo en el que  nos hemos encontrado bastantes casos curiosos que poco a poco iremos desempolvando para que los conozcáis también.
Además estamos preparando un cuaderno de bitácora en el que iremos contando semana a semana los avances de la obra sobre la que estemos trabajando.

Nuestros alumnos del curso de restauración podrán colgar los avances de sus restauraciones y así poder compartirlos.

Esperamos que os resulte interesante y didáctico. Nos encantará recibir nuevas propuestas de temas a tratar y sugerencias o dudas que os surjan al leerlo.